Nobel
Física-1923
Durante sus años de
estudiante en la Universidad de Oberlin, en la que se graduó en 1891, Millikan
tenía solo un ligero interés por la física. Sin embargo, después de su
graduación cambió radicalmente, dedicándose
a enseñar física en la universidad durante un par de años mientras
obtenía su master. Posteriormente obtuvo su doctorado en 1895 en la Universidad
de Columbia. Después de llevar a cabo el trabajo posdoctoral en Alemania, ocupó
un puesto de profesor en la Universidad de Chicago en 1910.
En 1906 Millikan realizó su trabajo más
famoso, la determinación del tamaño de la carga de un electrón. Para ello
siguió el curso de diminutas gotitas de agua cargadas eléctricamente que caían
a través del aire bajo la influencia de la gravedad y en contra de la atracción
de una placa cargada situada encima de ellas. En 1911 cambió su experimento
usando gotas de aceite para evitar el efecto de la evaporación.
De vez en cuando, una de esas gotas
podía unirse a un ión que Millikan producía en una cámara por medio de
exposición a los rayos X. Con el ión añadido el efecto de la placa cargada
situada encima se reforzaba de repente, y la gota caía más lentamente e incluso
llegaba a subir hacia arriba. El cambio mínimo en el movimiento de la gota lo
suponía Millikan debido a la adición de una única carga electrónica. Comparando
los efectos de las atracciones electromagnéticas hacia arriba y las atracciones
gravitatorias hacia abajo, ambas antes y después de dicha adición, Millikan
pudo calcular la carga de un solo electrón. Demostró también que la carga
eléctrica existía solo como un número total de unidades de dicha carga. Esto fue la última prueba de la naturaleza de
la electricidad como compuesta por partículas, un siglo después de que los
trabajos de Faraday hubieran señalado el camino.
Este experimento tan espectacular (y
una vez explicado tan enormemente sencillo) hizo ganar el premio Nobel de
física a Millikan en 1923. La recompensa también fue debida al cuidadoso
trabajo experimental que llevó a cabo para verificar las ecuaciones
teóricamente deducidas por Einstein en conexión con el efecto fotoeléctrico.
En 1921 Millikan se mudó al California
Institute of Technology, donde permaneció hasta su retiro y se interesó en la
radiación que había detectado V. F. Hess y que provenía del espacio exterior.
En 1925 Millikan dio el nombre de <rayos cósmicos> a dichas radiaciones,
nombre que se a conservado y usado hasta nuestros días.
Millikan estudió la intensidad de la
radiación en la alta atmósfera mediante globos y aviones, así como en la
profundidad de la Tierra hundiendo instrumentos en el fondo de los lagos. Este
trabajo fue llevado adelante por el alumno de Millikan, Anderson, con notables
resultados.
Durante muchos años Millikan mantuvo
que los rayos cósmicos eran una forma de radiaciones electromagnéticas como los
rayos gamma, solo que más energéticos. Creía también que los rayos cósmicos se
originaban en los lindes del Universo, donde se estaba creando la materia.
Millikan era uno de los científicos relativamente poco numerosos que luchó
activamente por reconciliar religión y ciencia. Era hijo de un pastor
congregacionista y el mismo era profundamente religioso. Puesto que su idea de
que la materia se seguía creando continuamente, había para él un profundo valor
religioso en estas ideas, <”el Creador esta todavía trabajando”, decía
habitualmente>, y mantuvo la idea de la naturaleza ondulatoria de los rayos
cósmicos incluso a pesar de la evidencia presentada por Compton y otros de que
los rayos cósmicos eran partículas en cuanto a su naturaleza y en su mayor
parte protones extremadamente energéticos.
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