Nobel Química-1905
Los
padres de Baeyer eran un general prusiano y una hebrea. Su padre se interesó
por las ciencias y fue director del Instituto Geodésico de Berlín en 1870.
El joven Baeyer estudió en Heidelberg con
Bunsen y Kekulé como profesores, graduándose en 1858.
En 1863 descubrió al ácido barbitúrico,
del cual derivaron las conocidas píldoras para la conciliación del sueño. Se
supone que le dio ese nombre por una chica amiga suya en aquellos días
(Bárbara).
La química de los compuestos del
barbitúrico la estudió con más detalle Emil Fischer una generación después.
Cuando Hofmann volvió a Alemania en
1864, Baeyer le hizo la competencia en la investigación de tintes y sintetizó
el índigo, su alumno Graebe sintetizó la alizarina.
La última hazaña condujo a la síntesis
del tinte que los ciudadanos del Tirol utilizaban para la realeza (muy parecido
en su estructura al añil).
En 1875 le llamaron de la Universidad
de Munich para suceder a Liebig, que había fallecido. Fundó un laboratorio que
sería tan famoso como el del mismo Liebig.
Trabajando, nada menos que con el hijo
de Perkin, encontró métodos nuevos para
formar pequeños anillos de átomos de carbono y realizó una teoría para ellos,
que se llamó teoría de las tensiones y ayudo a explicar el por qué los anillos
de cinco o seis átomos eran mucho más comunes que los de menos cantidad.
En reconocimiento a la obra en la
química orgánica sintética, y por su labor en la síntesis del índigo, se le
concedió el honor de recibir el premio Nobel de química de 1905.
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