domingo, 3 de noviembre de 2019

ORVILLE WRIGHT




     Ni Orville ni su hermano mayor, Wilbur, recibieron más enseñanza que la correspondiente al bachillerato, y, por tanto, seguían bastante la tradición de los inventores americanos que reemplazaban la teoría por el instinto, la intuición y la inteligencia sin límites, después del precedente del máximo genio intuitivo y sin educación entre todos ellos, que fue Edison.

     Orville Wright era campeón ciclista y, por tanto, los hermanos se dedicaron al negocio de la reparación de bicicletas, que daba salida a sus aptitudes mecánicas. Su otro Hobby era el de volar en aeroplano, que en la última década del siglo diecinueve se había convertido en el deporte más atrevido, aunque práctico, gracias a Lilienthal. Los hermanos Wright siguieron los trabajos de Lilienthal, leyeron sus publicaciones y las de Langley, y sintieron la esperanza de que crecieran los vuelos dirigidos. La muerte de Lilienthel en 1896 les inspiró para dar comienzo a sus propios experimentos pensando que podían corregir los errores, fatales, que había cometido el alemán.

     Los hermanos Wright combinaron sus dos aficiones haciendo todo tipo de esfuerzos para equipar a una bicicleta con un par de alas y con un motor de combustión interna que hiciera girar un propulsor. Hicieron muchas correcciones al diseño primitivo e inventaron los alerones, alas o parte de ellas móviles que permitían al piloto controlar el avión. Este invento fue su patente original. Desarrollaron el motor y la gasolina mucho más ligeros de lo que se había conseguido hasta entonces, y consiguieron una muy buena relación de peso-potencia que era fundamental. La hazaña de los hermanos Wright fue un paso importante dentro de los vuelos aéreos con combustible.

     El 17 de diciembre de 1903, en Kitty Hawk, Carolina del Norte, Orville realizó el primer vuelo en aeroplano de la historia, un vuelo con combustible en lugar de una simple ascensión. Permaneció en el aire cerca de un minuto y recorrió unos 500 metros. Solo estuvieron presentes cinco testigos y este primer vuelo fue considerado totalmente falto de interés por parte de los periódicos, y hasta 1905, cuando la revista Scientific American mencionó el vuelo, no empezó a prestársele atención e importancia. Sin embargo, aquel año los hermanos Wright llegaron a realizar un vuelo de media hora y unos 35 kilómetros de distancia recorrida.

     A pesar de todo, el hecho de que los aeroplanos existían empezó a penetrar lentamente en la conciencia del mundo. Orville voló durante una hora en el año 1908. Dado el poco interés que el gobierno americano mostraba por el aeroplano, Wilbur se lo llevó a Francia, donde sus vuelos produjeron gran entusiasmo. A todo esto se unió el vuelo realizado a través del Canal de la Mancha en 1909 que conmovió al gran público.

El Rey Alfonso XIII con Wilburn Wright en el aeródromo de Pau, Francia. (Revista Flight).

     Las luchas aéreas entre los aviones caza durante la Primera Guerra Mundial consiguieron sembrar una gran inquietud a la vez que elevaron a ciertos pilotos de ambos bandos a la categoría de héroes.

     Fue el viaje de Lindbergh a través del Atlántico en 1927 lo que puso realmente de manifiesto que los aeroplanos tenían futuro.

     Los hermanos Wright figuran en la Galería de la Fama de los grandes hombres americanos. La curiosidad es que durante muchos años solo estuvo presente Wilbur. Dado que hubo bastantes años entre la muerte de ambos y que para figurar en dicha Galería tienen que pasar al menos veinticinco años desde el fallecimiento.

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