lunes, 21 de abril de 2014

PHILIPP EDUARD ANTON VON LENARD

Nobel Física-1905





Lenard fue discípulo de Bunsen y Helmholtz, obtuvo su doctorado en la Universidad de Heidelberg en 1886. Después de ocupar varios puestos académicos volvió a Heidelberg como profesor de física teórica, cátedra que ocupó hasta su retiro en 1931.

Cuando era muy joven, Lenard leyó un artículo de Crookes y se interesó en los rayos catódicos, radiación emitida por el electrodo negativo en el vacío bajo la influencia de un alto potencial eléctrico. Hertz había descubierto que los rayos catódicos podían atravesar chapas delgadas de metal, y Lenard, que era entonces su ayudante, inventó en 1892 un tubo de rayos catódicos por el cual podían salir los rayos al exterior (que se llamaron por algún tiempo rayos Lenard). Estudió con todo cuidado las propiedades de estos rayos, midió como los absorbían ciertas sustancias y como ionizaban el aire, haciéndolo conductor de la electricidad. Por esta investigación recibió el premio Nobel de física en 1905.


En 1902 empezó a estudiar el efecto fotoeléctrico, que databa de Hertz, que fue el primero que lo observó. Lenard señaló que los efectos eléctricos producidos por la luz al caer sobre ciertos metales eran debidos a que éstos emitían electrones. Esta emisión producida por el efecto fotoeléctrico es lo que persuadió a los científicos, más que ninguna otra razón, de que la estructura atómica contenía electrones y, puesto que todas las sustancias que señalaban el efecto desprendían electrones idénticos, parecía que los átomos diferentes debían de tener estructuras internas muy similares.

También señaló que solo ciertas longitudes de onda podían producir esta emisión. Para una longitud de onda particular se emitían los electrones con energías fijas. Al aumentar la intensidad de la luz, aumentaría el número de electrones emitidos, pero no su energía individual.


Fue el primero en suponer que el átomo estaba vacío en su mayor parte, suposición que iba a consolidar definitivamente unos años más tarde Rutherford. Lenard creía que los electrones y las partículas análogas con carga positiva estaban distribuidas igualmente en el átomo, no previó el átomo nuclear que Rutherford haría famoso.

Einstein explicaría en 1905 el efecto fotoeléctrico de un modo magistral y concluyente por la aplicación de la teoría cuántica de Planck.

Ya retirado y viejo, Lenard apoyó sinceramente a la filosofía nazi, uno de los pocos científicos importantes que lo hizo. Denunció, en términos hitlerianos, a la <ciencia judía>, olvidando su deuda con Heinrich Hertz, por ejemplo, que era judío. También denunció a Einstein y la teoría de la relatividad, cosa que solo pudo tener su origen en sentimientos raciales.

En esto presentó un gran contraste con Planck, que era todavía mayor que él y un antinazi firme. Los dos vivieron para ver la derrota de Hitler y del nazismo.


domingo, 13 de abril de 2014

PIERRE SIMON LAPLACE





Laplace descendía de una familia pobre, pero unos vecinos acomodados ayudaron a este joven prometedor a que recibiera una educación apropiada.

Con 18 años  le enviaron a París con una carta para D`Alembert, quien se negó a recibirlo. Laplace le envió un ensayo de mecánica tan bueno que D`Alembert se ofreció en seguida a protegerle proporcionándole una cátedra de matemáticas.

Al principio de su carrera, Laplace colaboró con Lavoisier en la determinación de calores específicos de numerosas sustancias. Entre los dos demostraron en 1780 que la cantidad de calor que se requería para descomponer una sustancia es igual a la que se desprende al formar dicha sustancia a partir de sus elementos. Esto puede considerarse como el comienzo de la termodinámica como un exponente (que continúa el trabajo de Black sobre el calor latente) hacia la doctrina de la conservación de la energía, que tendría que madurar 60 años más tarde. Sin embargo, Laplace inclinó sus esfuerzos hacia el estudio de las perturbaciones de los cuerpos del sistema solar y a la cuestión de la estabilidad general de dicho sistema, problema que ya había atacado Lagrange.

En 1787 Laplace pudo demostrar que la Luna se estaba acelerando más de que antes pudo observar. Atribuyó esta aceleración a que la excentricidad de la órbita terrestre iba cada vez a menos a causa de la influencia gravitatoria de otros planetas. Esto daba como resultado el que la atracción gravitatoria de la Tierra sobre la Luna variara ligeramente, cosa que no admitía antes y que además causaba el ligerísimo aumento en la aceleración de la Luna. También estudió ciertas anomalías del movimiento de Júpiter y Saturno y apoyándose en algún trabajo de Lagrange dedujo que podían ser causadas por la atracción gravitatoria mutua de ambos planetas.

Lagrange y Laplace, trabajando por separado, aunque en cooperación, llegaron a generalizar algunos hechos y demostrar, por ejemplo, que la excentricidad total de la órbitas de los planetas del sistema solar permanecía constante, suponiendo que giraran alrededor del Sol en el mismo sentido (que es en realidad como giran). Es decir, si la órbita de un planeta aumenta en excentricidad, la de los demás la tenderían a disminuir para mantener el equilibrio. La misma relación de constancia se mantiene para la inclinación de la órbita de cualquier planeta respecto al plano de la eclíptica. La suma total de todas las inclinaciones o de todas las excentricidades de los planetas del sistema solar es tan pequeña que ningún planeta cambiaría mucho sus características orbitales aun si tal suma se acumulara en solo dicho planeta.

Esto demostró que mientras que el sistema solar permaneciera aislado, mientras el Sol no cambiara drásticamente su naturaleza, dicho sistema permanecería tal como está ahora por un periodo indefinido en el futuro.

De este modo Laplace redondeó la labor astronómica de Newton concerniente a los planetas y ello ha originado el que a veces se le llame el Newton francés.

Laplace recopiló la teoría gravitatoria en su monumental obra de cinco volúmenes llamada Mecánica Celeste que apareció en el intervalo entre 1799 y 1825. Su trabajo no se interrumpió apenas por los cambios políticos que perturbaron al país, incluidos el ascenso y caída de Napoleón, a pesar de que a veces intervino en política. Le protegió su prestigio personal, ayudado por su (no demasiado respetable) habilidad para cambiar de actitud política según las circunstancias.

De este modo, Napoleón le hizo ministro de gobernación y más tarde senador. Además, cuando Luis XVIII subió al trono después de la caída de Napoleón, Laplace no sufrió las consecuencias lógicas por haber sido ayudante de Napoleón, como las sufrieron Haüy y Chaptal y en cambio se le dio el título de marqués. Tuvo otros honores propios como el de ser elegido miembro de la Academia de Ciencias en 1785, aunque esto fuera más propio, lógico y natural. En 1816 fue elegido por una sociedad literaria mucho más exclusiva y de altura, como era la Academia Francesa, y en 1817 le hicieron director de la misma.

Su obra Mecánica Celeste es famosa por la costumbre generalizada a lo largo de ella de decir que de la ecuación A “se pasa fácilmente” a la ecuación B, y a veces los estudiantes se pasan horas e incluso días en aclarar y comprender los pasos intermedios que se omiten y se dan como triviales.

Se dice que Napoleón, hojeando su libro, le dijo a Laplace que no hacía alusión alguna a Dios a lo largo de él, a lo que Laplace respondió: <No tuve necesidad de tal hipótesis>.

De matemáticas puras, Laplace escribió un tratado sobre la teoría de probabilidades entre los años 1812-1820 que dio a esta rama de las matemáticas su forma moderna.

Aunque sea raro, Laplace es más conocido por las divagaciones que publicó como notas en las últimas ediciones de un libro divulgativo que escribió sobre astronomía sin intervención de matemáticas, notas a las que él mismo no dio excesiva importancia. Como todos los planetas giran alrededor del Sol en el mismo sentido y prácticamente sus órbitas están contenidas en el mismo plano, Laplace sugirió que el Sol se originó como una gigantesca nebulosa o nube de gas en rotación. A medida que el gas se fue contrayendo, el movimiento de rotación se aceleró y un anillo exterior de gas quedó fuera del núcleo central (por la fuerza centrífuga). Este anillo de gas se condensaría más tarde para formar los planetas exteriores y con posteriores contracciones se formaron el resto de planetas de la misma forma, y se mantuvieron girando en el mismo sentido que la nebulosa original. El núcleo de la nube se condensaría finalmente dando lugar al Sol.

Esta hipótesis nebular captó la imaginación de los astrónomos de la época y se mantuvo como la más aceptada del origen del sistema solar a lo largo de todo el siglo XIX. Después de estar eclipsada durante las primeras décadas del siglo XX, volvió a la popularidad con más fuerza desde mediados de siglo con la modificada versión de Weiszäcker.

Aunque posiblemente ignorado por Laplace, Kant hizo una hipótesis parecida a la suya, aunque menos elaborada, unos cuarenta años antes.

miércoles, 9 de abril de 2014

LORD RAYLEIGH

Nobel Física-1904



A la edad de treinta y un años heredó el título de su padre, casi siempre se hace referencia a John William Strutt como Lord Rayleigh.

Ya en el colegio, su talento matemático era notable y en 1865 terminó en Cambridge a la cabeza de su clase en esta asignatura.

En 1873, el mismo año que heredó el título, le eligieron para la Royal Society y en 1879 sucedió a Maxwell como director del laboratorio Cavendish de Cambridge.

Durante la mayor parte de su vida profesional se interesó por el movimiento ondulatorio en todas sus variedades. En lo concerniente a ondas electromagnéticas realizó una ecuación que respondía a la variación de la luz dispersa respecto a la longitud de onda y confirmó la idea de Tyndall de que la luz dispersa por el polvo atmosférico era responsable del azul del cielo. (Dewar que descubrió que el oxígeno líquido era azul, sospechó erróneamente que el cielo tenía ese color por el oxígeno de la atmósfera.)

También realizó una ecuación sobre la distribución de longitudes de onda en la radiación del cuerpo negro, tema que había planteado Kirchhoff. Esta ecuación, de finales de siglo, se cumplía solamente para radiaciones de onda larga, como otra ecuación de la misma época de Wien se cumplía solo para radiaciones de onda corta. Estas ecuaciones iban a pasar al olvido con la teoría cuántica de Planck.

Estudió ondas sonoras de agua y de temblores de tierra. Sus esmerados trabajos ayudaron a la determinación precisa de unidades absolutas  eléctricas y magnéticas, contribuyó a esto el trabajo de Rowland en América.

Pero el descubrimiento más importante de Rayleigh fue en química y no en física. Empezó de una manera teórica, al interesarse en la hipótesis de Prout, según la cual los átomos de los diversos elementos estaban formados de hidrógeno, de modo que todos los pesos atómicos tenían que ser múltiplos de él, cosa que fue inmutable por más de medio siglo, gracias a Stas y otros se comprobó que los pesos atómicos no eran exactamente múltiplos de hidrógeno.

A Rayleigh le apeteció probar otra vez. Lo intentó por medio de medidas muy precisas de las densidades de los gases, de esta manera pudo enunciar en 1882 que la razón de los atómicos de oxígeno e hidrógeno no era de 16:1, como requería la hipótesis, sino 15,882:1. Otra vez se descartó la hipótesis de Prout, quizá por centésima vez. Por ironías de la historia científica, esta hipótesis iba a experimentar una sorprendente resurrección, un poco cambiada, una generación más tarde.

Al hacer esto se encontró con un dilema. Con el oxígeno siempre obtenía la misma densidad, sin tener en cuenta su procedencia, ya fuera obtenido de un compuesto, de otro secundario o del aire. Con el nitrógeno las cosas sucedían de otra manera, el que procedía del aire tenía una densidad ligeramente mayor que el que procedía de alguno de sus compuestos.

Rayleigh pensó, por muchas razones, que el aire podría estar contaminado, pero ninguna de las posibilidades se confrontó experimentalmente. Se defraudó tanto que llego a escribir en la revista Natura pidiendo ideas. Ramsay, brillante químico escocés, pidió permiso para encargarse del asunto y lo obtuvo. El resultado final fue descubrir un nuevo gas en la atmósfera, más denso que el nitrógeno. Se le dio el nombre de argón, fue el primero de una serie de gases raros, de propiedades excepcionales, cuya existencia nunca se había sospechado.

El año 1904 presentó un espectáculo curioso al mundo científico. Rayleigh recibió el premio Nobel de física y Ramsay el de química.

En 1905 eligieron a Rayleigh presidente de la Royal Society y en 1908 canciller de la Universidad de Cambridge. Con otros científicos de su época, como William James y Oliver Lodge se interesó en la investigación física al empezar el siglo. La segunda revolución científica se llevaba a cabo echando a bajo ideas muy estimadas y establecidas hasta entonces. ¿Hasta donde iba a llegar este derribo? ¿Qué quedaba de los sueños de la filosofía de Newton?

domingo, 9 de marzo de 2014

CARL SAGAN

Carl Sagan (Fotografia de Susan S, Lang - 1978)
Normalmente no nos gusta incluir música en nuestra web, opinamos que puede distraernos en la comprensión del trabajo de los maestros a los que pretendemos homenajear. Pero hoy no, hoy creemos que el homenaje será mucho mas completo si os hacéis el favor de pulsar play, subís el volumen y os preparáis para conocer a este hombre de ciencia que encendió la necesidad de conocer más entre los que fuimos jóvenes durante los 80.



Carl Edward Sagan  fue un astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense.

Sagan publicó numerosos artículos científicos y publicaciones, y fue autor, co-autor o editor de más de una veintena de libros. Defensor del pensamiento escéptico, científico y del método científico, fue también pionero de la exobiología, promotor de la búsqueda de inteligencia extraterrestre a través del Proyecto SETI e impulsó el envío de mensajes a bordo de sondas espaciales, destinados a informar a posibles civilizaciones extraterrestres acerca de la cultura humana. Mediante sus observaciones de la atmósfera de Venus, fue de los primeros científicos en estudiar el efecto invernadero a escala planetaria.

Radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico
Fue el primero en ocupar la Cátedra David Duncan de Astronomía y Ciencias del Espacio de la Universidad Cornell y fue Director del Laboratorio de Estudios Planetarios.

Pero, al margen de su meritoria carrera como científico, la popularidad le alcanzó como consecuencia de su trabajo como divulgador de ciencia. El Premio Pulitzer  en 1978  para su obra "Los dragones del Edén" (Literatura General de No Ficción) y, especialmente, la co-autoria y el trabajo de presentador en la serie Cosmos: Un viaje personal (1980) le convirtieron en uno de los divulgadores de ciencia más conocidos, respetados e influyentes de su época. Su capacidad para transmitir al público no especializado complejos conceptos científicos con sencillez y rigor sembraron incontables vocaciones científicas en toda una generación de lectores y espectadores.

El cosmos es todo lo que es, o lo que fue, o lo que será alguna vez

CIENCIA, y el “Cosmos” del siglo XXI

El libro homenaje/actualización del COSMOS de Carl Sagan.




Más de medio centenar de científicos recogen el guante lanzado por Alicia Parra y Quintín Garrido para homenajear y actualizar el COSMOS de Carl Sagan en el 40 aniversario del estreno de la serie en televisión y de la publicación del libro.


Carl Sagan nació el 9 de noviembre de 1934 en Brooklyn, New York, en el seno de una familia de judíos de origen ucraniano. Desde una edad temprana mostró gran interés por la naturaleza y sus padres siempre alentaron este interés y curiosidad (dentro de sus posibilidades, su padre era obrero de la industria textil). Pronto su atención se enfocó en el espacio, influido, sin duda, por la lectura de historias de la edad de oro de la ciencia ficción clásica que despertaron su imaginación y el interés por cómo sería la vida en otros planetas.

Se matriculó en la Universidad de Chicago, obteniendo graduados en artes y en ciencias físicas, Master en Física en 1956 y se doctoró en Astronomía y Astrofisica en 1960. Durante el periodo académico trabajo junto a científicos como Hermann J. Muller (P. Nobel Medicina 1946), H. C. Urey (P. Nobel Quimica 1934), M. Calvin (P. Nobel Quimica 1961) o Gerald Kuiper, entre otros.

De 1960 a 1962, Sagan disfrutó de una Beca Miller para la Universidad de California, Berkeley. De 1962 a 1968, trabajó en el Smithsonian Astrophysical Observatory en Cambridge, Massachusetts. Hasta 1968 también impartió clases e investigó en la Universidad de Harvard. A partir de esta fecha se traslada a la Universidad de Cornell, Ithaca, en la que desempeñará diversos cargos relacionados con la ciencia espacial hasta su muerte en 1996.

Fotografía de la superficie de Venus
Carl Sagan se vinculó con el programa espacial estadounidense desde sus inicios. Colaboró en varias de las misiones de sondas robóticas de exploración diseñando experimentos para las misiones.

Carl Sagan junto a una maqueta de la sonda Viking
Suya fue la ocurrencia de incluir, en las sondas que fuesen a abandonar el sistema solar, un mensaje comprensible para cualquier inteligencia extraterrestre que pudiera encontrarlo (sondas Pioneer 10 y Pioneer 11 y en las sondas Voyager).

Fotografía de la placa instalada en las sondas Pioneer
Disco incluido en las misiones Voyager
Contribuyó significativamente al conocimiento y exploración de las condiciones atmosféricas del planeta Venus y a la comprensión de los cambios estacionales en la coloración de la superficie de marte en la época previa al envío de sondas robóticas. También fueron de gran importancia sus investigaciones sobre la posibilidad de vida extraterrestre, que incluyeron la demostración experimental de la producción de aminoácidos mediante radiación y a partir de reacciones químicas básicas.

Además de su trabajo como presentador, coautor y coproductor de la serie Cosmos, escribió numerosos libros de divulgación: el ya comentado Los dragones del Edén, El cerebro de Broca, El mundo y sus demonios, Un punto azul pálido.... En 1985 publicó la novela de ciencia ficción Contacto, basada en un boceto de guión anterior y que más tarde se concretaría en la película del mismo nombre.


Fue un hombre comprometido con la época en la que vivió, le detuvieron en dos ocasiones por protestar contra las pruebas nucleares norteamericanas tras el anuncio de moratoria indefinida por la URSS de Gorbachov. También advirtió de los peligros medioambientales de un conflicto bélico que provocara el incendio de los campos petrolíferos de Kuwait.






sábado, 8 de marzo de 2014

PIERRE CURIE

Nobel Física-1903 (compartido)



Pierre estudió en la Sorbona y desde 1878 fue allí profesor ayudante en el laboratorio de física. En 1880 él y su hermano observaron como un potencial eléctrico aparecía a través de cristales de cuarzo y de sal de Rochelle cuando se les aplicaba presión. El potencial variaba en cantidades directamente proporcionales a la presión aplicada y los hermanos llamaron al fenómeno piezoelectricidad, de la palabra griega que significa <presionar>. Por el contrario, si un potencial eléctrico que cambie rápidamente es aplicado a tales cristales, sus caras se pueden poner a vibrar rápidamente. De esta manera el cristal se puede usar para producir rayos de ultrasonido, ondas sonoras con frecuencia demasiado alta para ser oídas. Los cristales con propiedades piezoeléctricas forman parte esencial de los inventos de sonido electrónico como micrófonos y tocadiscos. 

Para su doctorado, que obtuvo en 1895, Pierre Curie estudió el efecto del calor en el magnetismo y demostró que existe una temperatura crítica (todavía llamada el punto Curie), por encima de la cual las propiedades magnéticas desaparecen. En este mismo año se casó con Marie Sklodowska y a partir de entonces su carrera científica se unió a la de ella. 

El llevó a cabo, sin embargo, un experimento peligroso por su propia cuenta. Becquerel había notado una quemadura en al piel después de llevar cierta cantidad de radio en su bolsillo. Pierre Curie confirmó esto en 1901 produciendo deliberadamente una quemadura en su brazo. También midió el calor emitido por el radio, que resulto ser de 140 calorías por gramo y por hora. Esto fue el primer indicio de las enormes energías disponibles contenidas dentro del átomo. Energías que se harían demasiado evidentes en las bombas nucleares. Por tanto aquí se empezó a comprenderse el peligro de la radiactividad.

Pierre Curie falleció en 1906 como consecuencia de las heridas recibidas al ser arrollado por un coche de caballos.

jueves, 6 de marzo de 2014

MARIE SKLODOWSKA CURIE

Nobel Física-1903 (compartido)




El padre de Marie Sklodowska era profesor de física y su madre directora de un colegio de chicas, por lo que todo en la vida parecía lleno de buenos augurios para una niña inteligente. Sin embargo, por aquel tiempo Polonia estaba bajo el dominio de Rusia y después de la infructuosa rebelión polaca de 1863 el puño ruso se cerró aun con más fuerza. Su madre murió de tuberculosis durante la juventud de Marie y su padre perdió el puesto.

Marie  no tenía posibilidad de recibir enseñanza superior a la del colegio en la Polonia reprimida. Un hermano y una hermana mayores que ella se habían marchado a París en busca de dicha enseñanza y Marie trabajaba para ayudarles a pagar sus gastos y ahorrar para su propio viaje al mismo tiempo de estudiar por su cuenta lo mejor posible con la ayuda de libros. En 1891 sus ganancias habían alcanzado el mínimo necesario, con lo que se fue a París, donde acudió a la Sorbona. Durante este periodo vivió con la mayor frugalidad (desmayándose de hambre una vez en medio del aula), pero cuando se graduó lo hizo a la cabeza de la clase.

En 1894 conoció a un químico francés, Pierre Curie, quien se había hecho ya un nombre por el descubrimiento de la piezoelectricidad, es decir, la manera mediante la cual puede producirse un potencial eléctrico a través de ciertos cristales por la aplicación de presión. El 26 de Julio de 1895 se casaron.

El descubrimiento de los rayos X por Roentgen y de las radiaciones de uranio por Becquerel pusieron en actividad a Marie Curie. Fue ella la que dio el nombre de radioactividad al proceso por el cual el uranio emitía radiaciones. Estudió las radiaciones emitidas por el uranio y sus conclusiones coincidieron con las de Rutherford y Becquerel en cuanto a la demostración de que había tres clases diferentes de rayos, alfa, beta y gamma.

Madame Curie entonces aplicó el descubrimiento de su marido de la piezoelectricidad a la medida de la radioactividad. Las radiaciones radioactivas ionizaban el aire y lo hacían capaz de conducir la electricidad. Cuanto más intensa fuera la radioactividad, con mayor intensidad conducía la corriente. Esta corriente podía ser detectada por un galvanómetro y neutralizada por el potencial producido por un cristal bajo presión. La cantidad de presión justa para equilibrar la corriente producida por las radiaciones radioactivas proporcionaba una medida de la intensidad de la radioactividad. Estudiando diferentes compuestos de uranio de esta misma manera demostró que su radioactividad era proporcional a la cantidad de uranio que contenían, identificando la fuente de radiación con los átomos de dicho elemento. En 1898 demostró que el elemento pesado, torio, era también radioactivo.

Mientras tanto, había hecho un descubrimiento interesante en conexión con los minerales de uranio. Al medirlos por su método piezoeléctrico, algunos mostraban ser mucho más activos de lo esperado, que lo que podía concebirse por su contenido en uranio. Inmediatamente decidió que las gangas de mineral tenían que contener elementos mucho más intensamente radioactivos que el uranio, puesto que los otros elementos conocidos que formaban parte de los minerales eran también conocidos como no radioactivos. El exceso de radioactividad debía de ser atribuido a la presencia de elementos en cantidad demasiado pequeña para ser detectados y dichos elementos tenían que ser, por tanto, muy radioactivos. En este punto Pierre Curie abandonó su propia investigación para unirse a su mujer como cooperador deseoso y admirador, permaneciendo así durante los últimos siete años de su vida (esto fue una idea acertada, porque aunque él era un extraordinario científico, ella era fuera de serie, e indudablemente la más grande mujer científica de todos los tiempos).

En julio de 1898 los dos, trabajando juntos, habían aislado de la ganga de uranio una pequeña pizca de polvo que contenía un nuevo elemento cien veces más radioactivo que el uranio. Le llamaron polonio por el país natal de madame Curie. Sin embargo, en ningún caso el polonio explicaba la intensa radioactividad de la ganga. El trabajo siguió adelante.

En diciembre de 1898 detectaron una sustancia todavía más radioactiva y la llamaron radio y, sin embargo, la cantidad eran tan pequeña que solo podía ser detectada, a modo de impureza, por la naturaleza de sus radiaciones y por su espectro característico observado para ellos por DemarÇay. Lo que querían los Curie era producir radio en cantidades visibles y capaces de ser pesadas de modo que sus extraordinarias propiedades no pudieran discutirse. Para esto se necesitaban grandes cantidades de ganga, que, de hecho, existían en las minas del valle de San Joaquín, en Bohemia (entonces parte de Austria-Hungría, ahora parte de Checoslovaquia), que habían sido explotadas durante siglos por su plata y otros elementos. La ganga inservible, rica en uranio, aparecía amontonada por todas partes. Los dueños de la mina estaban perfectamente de acuerdo en dejar a los dos locos científicos franceses llevarse cuanto quisieran de aquel material sin valor, sin cobrarles más que los gastos del transporte. Los Curie pagaron gustosamente con los ahorros de su vida.

En la Escuela de Física donde trabajaban los Curie había un viejo cobertizo de madera con un tejado resquebrajado, sin piso y con calefacción insuficiente. Los dos obtuvieron permiso para trabajar allí y durante cuatro años se dedicaron a purificar y a volver a purificar cuidadosamente las toneladas de ganga sacando muestras cada vez más pequeñas de material más y más intensamente radioactivo. Durante todo este tiempo tenían que ocuparse de su niña, Irene, que estaba destinada a ser una famosa científica por propio derecho como Irene Joliot-Curie. Pero el empuje ardiente de Marie mantuvo al equipo marido-mujer al frente de las inmensas dificultades. En 1902 habían conseguido preparar una décima de gramo de radio.

En 1903 Marie Curie escribió su tesis doctoral, que fue de hecho un documento homérico y, por ésta, ella y Pierre compartieron el premio Nobel de aquel año con Becquerel. (Los Curie estaban demasiado enfermos en aquella época para hacer el viaje a Estocolmo.) Marie explicó la enorme energía emitida continuamente por un material como el radio, pero la fuente de dicha energía siguió siendo un misterio hasta que Einstein en 1905 demostró como la masa podía convertirse en energía.

En 1906 Pierre murió en un accidente de tráfico (le atropello un coche de caballos). Marie tomo posesión de su cátedra en la Sorbona, siendo la primera mujer en enseñar allí, continuando las conferencias de Pierre en el punto donde las había dejado. Sin embargo, no pudo superar los prejuicios de su sexo en todas partes. Cuando fue nombrada miembro aspirante de la augusta Academia Francesa, perdió por un voto, porque era una mujer.

El premio Nobel de física que ganó en 1903 había sido por sus estudios en radiaciones radioactivas. En 1911, por su descubrimiento de dos nuevos elementos fue galardonada con el premio Nobel de química y, muerto su marido, tuvo que aceptarlo sola. Ella es la única persona que ha ganado dos premios Nobel de ciencias. (Su fama no la libró de sus obligaciones humanitarias. Durante la Primera Guerra Mundial condujo una ambulancia).

Sus trabajos en radioactividad y el dramático descubrimiento del radio dieron los últimos toques expectación, que había empezado con el descubrimiento de Roentgen de los rayos X, y todo el asunto de la radioactividad empezó a obsesionar a los físicos. Otros elementos radioactivos fueron descubiertos por hombres como Dorn y Boltwood, que siguieron el camino que había emprendido la brillante mujer polaca.

Sus últimas décadas transcurrieron en la supervisión del Instituto de Radio de París. No hizo ningún intento de patentar ninguna parte del proceso de extracción del radio, el cual permaneció a la cabeza de las noticias durante casi una generación, gracias a su actividad para atajar el crecimiento del cáncer bajo las circunstancias adecuadas. Pero al final Marie murió de leucemia (una forma de cáncer de las células del cuerpo formadoras de leucocitos) causada por la demasiada exposición a las radiaciones radioactivas.




martes, 11 de febrero de 2014

LEONHARD EULER

Leonhard Euler




Euler estudió bajo las enseñanzas de los Bernouillis, siendo amigo de uno de ellos, Daniel Bernouilli. Cuando éstos fueron a San Petersburgo, convencieron a Euler para que se fuera con ellos. En 1741 Euler fue a Berlín a revivificar la decadente Academia de Ciencias por invitación del nuevo rey, Federico II. En 1766 volvió a San Petersburo y durante ésta, su segunda estancia en Rusia, retó a Diderot a que entrara con él en debate sobre el ateísmo. Euler adelantó su argumento propio sobre Dios en forma de una ecuación algebraica simple y sin importancia. El pobre Diderot que no comprendía las matemáticas se quedó sin saber que contestar y considerándose avergonzado abandonó Rusia.

Euler fue uno de los matemáticos más prolíficos de todos los tiempos pues escribió tratados sobre todas las ramas de dicha ciencia, conocidas en su tiempo. Perdió la vista de un ojo en 1735 y la del otro en 1766 y a pesar de ello su brío no pareció aminorar.

Aplicó sus matemáticas a la astronomía, deduciendo algunas de las perturbaciones y siendo a este respecto el precursor de Laplace y Lagrange.

Empezó por sustituir los métodos geométricos de comprobación que utilizaron Galileo y Newton por otros algebraicos y esta tendencia fue llevada al extremo por Lagrange.

Trabajó en especial en la teoría lunar, es decir, en el análisis exacto del movimiento de la Luna, complicaciones que habían sido la desesperación de los matemáticos desde los tiempos de Kepler.

A pesar de que sus resultados no fueron ni mucho menos perfectos, representaron sin embargo una mejora sensible de lo que hasta entonces se había hecho.

También sostuvo que la luz era una forma de ondulación y que el color dependía de la longitud de la onda. Young demostró la veracidad de ello una generación más tarde.

Para el caso concreto de φ = π

Richard Feynman la calificó como "la formula más reseñable en matemáticas". Una encuesta realizada en 1988 por la revista especializada Mathematical Intelligencer la situó como «la más bella fórmula matemática de la historia» (tres de las cinco fórmulas más votadas en esta encuesta habían sido descubiertas por Euler).