Nobel Química-1925
Zsigmondy era hijo de
un médico, hizo su doctorado en química orgánica en la Universidad de Munich en
1890. En los años posteriores a su doctorado, cuando trabajaba con Kundt se
interesó en los colores que producían las soluciones de oro al aplicarlas en
porcelanas. Por esto se interesó en la química coloidal, ciencia que había
fundado Graham una antes.
Desde 1897 a 1900 estuvo empleado en
una vidriera de Jena, en donde se interesó particularmente en el oro coloidal
(oro que se escinde en partículas tan finas que no se sedimentan, sino que
quedan en suspensión en el agua o en otro disolvente, y forman líquidos de un
rojo intenso o púrpura). Fabricó varios tipos de vasos de colores y una
variedad blanca que se llamó vidrio lechoso, que se hizo muy popular.
El inconveniente de la química coloidal
es que sus partículas son tan pequeñas que no se pueden ver con un microscopio
ordinario. Mejorar el modelo era inútil, ya que el impedimento residía en la
propia naturaleza de la luz. Objetos más pequeños que las longitudes de onda de
la luz visible (en donde están incluidas las partículas coloidales) no pueden
distinguirse, por muy perfectas que sean las lentes del microscopio.
Pero estas partículas son lo
suficientemente grandes para producir el efecto Tyndall, es decir, dispersan la
luz. Se le ocurrió a Zsigmondy que se podría sacar ventaja a esto. Si se hacía
pasar la luz a través de una solución coloidal y si se colocaba un microscopio
bajo un ángulo conveniente al rayo de luz, solo la luz dispersa podría entrar
en el microscopio. Aunque las partículas coloidales no se pudieran ver con
detalle, al menos se distinguían como puntos de luz, que podrían contarse y
estudiar su movimiento, por el cual se podría deducir el tamaño y algo de su
forma.
En esa época la mayor parte de los
químicos no estaban de acuerdo con la teoría de Zsigmondy acerca de la
estructura coloidal. Este creía que un ultramicroscopio probaría su punto de
vista, por eso en 1900 dejó su puesto en la cristalería y se unió a un físico
para fabricar ese aparato. En 1902 lo habían terminado, y al probarlo con unas
soluciones coloidales de oro se probó inmediatamente que el equivocado era él.
Había demostrado categóricamente que las ideas y teorías de sus adversarios
eran las que estaban en lo cierto.
En 1908 le nombraron profesor de la
Universidad de Gotinga, en donde formó un centro excelente de investigación
coloidal.
En reconocimiento de su inmensa labor
en el campo coloidal, Zsigmondy recibió el premio Nobel de química en 1925.
El ultramicroscopio de
Zsigmondy tuvo gran importancia durante unos cuantos años, pero en muchos
campos en los cuales se requería un aumento considerable hubo un predilección
hacia el microscopio electrónico inventado por Zworykin una generación más
tarde.
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