Nobel Química-1922
Aston terminó el colegio a la cabeza de su clase en
las asignaturas de ciencias y matemáticas en 1893 y se marchó a estudiar
química a la Universidad de Birmingham. En 1910 entró a trabajar en Cambridge
con J. J. Thomson. La Primera Guerra Mundial (durante la cual prestó sus
servicios como ingeniero aeronáutico) interrumpió sus trabajos, pero volvió a
tiempo para ayudar a Thomson en los experimentos que éste estaba realizando
sobre la desviación de iones positivamente cargados sometidos a un campo
magnético. Estos experimentos parecían demostrar que los átomos de un cierto
elemento no tenían todos el mismo peso, a pesar de la suposición de Dalton
desarrollada un siglo antes. Con el afán de llegar al fondo de la cuestión
Aston perfeccionó el aparato ideado por Thomson en 1919, proyectándolo de modo
que todos los iones de una cierta masa deberían concentrarse formando una línea
delgada a lo largo de la película fotográfica. Trabajando con neón demostró que
existían dos líneas, una correspondiente a una masa de 20 y otra a una de 22.
Comparando la oscuridad de las dos líneas, Aston calculó que los iones de masa
20 eran diez veces más numerosos que los de masa 22. Si todos los iones
pudieran amontonarse juntos tendrían una masa de 20,2 de media, lo que de hecho
coincidía con el peso atómico que se tenía para el neón. (Posteriormente se
descubrió un tercer grupo de iones de neón de masa 21, que aparecían únicamente
en muy pequeña concentración.)Trabajando con cloro, Aston encontró dos tipos de
átomos de masa 35 y 37 en proporción de 3 a 1. La media resultó ser 35,5 que
era precisamente el peso atómico del cloro. A finales del año 1920 Aston vio
bastante claro que los átomos tenían masas que estaban muy cerca de ser números
enteros si la masa del hidrógeno se consideraba la unidad. La única razón de
que ciertos elementos tuvieran pesos atómicos fraccionarios era porque se
trataba de mezclas de diferentes átomos de diferentes pesos que, a su vez, eran
números enteros. Por tanto, la hipótesis propuesta en un principio por Prout un
siglo antes fue reivindicada en última instancia a pesar de que había sido
desterrada una y otra vez a lo largo del siglo diecinueve. (La hipótesis de
Prout había sido reivindicada, de hecho, por los números atómicos de Moseley la
década precedente, pero el trabajo de Aston constituyó la evidencia más
directa.) El espectrógrafo de masas de Aston (llamado así porque dividía los
elementos en franjas similares a las del espectroscopio, con las distintas líneas
que marcaban las diferencias de masa) demostró que los elementos más estables
eran mezclas de isótopos, que diferían en la masa pero no en las propiedades
químicas. Esto confirmaba poderosamente el concepto de isótopo de Soddy, que
hasta ese momento solo había podido ser aplicado, por él, a los elementos
radiactivos. Un espectrógrafo de masa más perfeccionado construido en 1925
permitió a Aston demostrar que los <números másicos> de los isótopos
individuales diferían realmente muy poco números enteros, siendo algunas veces
algo mayores y otras algo menores. Posteriormente se comprobó que estas
insignificantes discrepancias en cuanto a masa representaban la energía desarrollada
para enlazar las partículas componentes del núcleo y recibieron el nombre de
<energía de enlace> o <fracción de empaquetamiento> gracias a
Harkins. Cuando un tipo de átomo se transforma en otro, la diferencia de
energía de enlace podría convertir al primero en una forma de energía
destructora cuando hubiera suficiente número de átomos en transformación. Dos
décadas más tarde, precisamente un cambio en los átomos tan grande como este,
se encontró en conexión con un isótopo descubierto por Dempster, y la bomba
nuclear se hizo realidad. Por su espectrógrafo de masas y por los conocimientos
que se derivaron de su uso, Aston fue galardonado con el premio Nobel de
química de 1922.Contrariamente a Rutherford, Aston visualizó un futuro en el
cual la energía del átomo podía ser dominada por el hombre, y en su discurso de
recepción del premio Nobel habló de los peligros relacionados con esa futura
realidad que el vislumbraba. Sin embargo, dicha predicción fue únicamente
prevista por unos pocos científicos y algunos escritores de ciencia-ficción. (A
pesar de todo, parece que el destino le permitió ver el lanzamiento de la
primera bomba nuclear sobre las ciudades japonesas, murió tres meses más
tarde.)
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