Nobel Química-1921
Después de estudiar en Oxford, Soddy se
marchó a Canadá en el año 1899 y trabajó con Rutherford en la Universidad
McGill. Estando allí entre él y Rutherford desarrollaron una teoría que
explicaba el fenómeno de la desintegración radiactiva. Ambos sugirieron, al
igual que Boltwood, que cada elemento radiactivo, empezando por el uranio o el
torio, se desintegra para formar otro elemento al mismo tiempo que emite una
partícula subatómica. Este nuevo elemento, a su vez, se vuelve a desintegrar y
así sigue la cadena, en cascada, hasta llegar a la formación del plomo.
Se conocen tres series de
desintegraciones consecutivas de este mismo tipo y la existencia de una cuarta,
ya que aunque no se da en la naturaleza fue creada en el laboratorio una
generación después del trabajo de Soddy.
En el año 1902 Soddy volvió a
Inglaterra para trabajar con Ramsay. Pudo presentar entonces una nueva faceta
de la transformación radiactiva, puesto que demostró espectroscópicamente que
el helio se formaba en el transcurso de la desintegración del uranio.
En el proceso de la desintegración
radiactiva fueron detectados de cuarenta a cincuenta elementos distintos (como
demostraban las diferencias en cuanto a
propiedades radiactivas) y, sin embargo, no había más de diez o doce lugares al
final del sistema periódico donde podían colocarse. Ningún químico, se
planteaba ni, quería desterrar la tabla de Mendeleiev, tan enormemente útil, a
no ser que no quedara más remedio y fuera completamente necesario y demostrado.
Por tanto, los químicos se afanaban en buscar algún método para colocar el gran
el gran número de elementos intermedios que se habían encontrado.
Soddy sugirió que los diferentes
elementos producidos en las transformaciones radiactivas eran capaces de ocupar
el mismo lugar en el sistema periódico, y en 1913 llamó a dichos elementos
isótopos, a partir de las palabras griegas <mismo lugar>. Más adelante
indicó las posiciones en las cuales se podían encontrar los isótopos
elementales, sugiriendo que la emisión de una partícula alfa hace que el
elemento que la emita se transforme en un nuevo elemento con un número atómico
disminuido en dos unidades. La emisión de una partícula beta aumenta el número
atómico en una unidad. De esta manera, todos los elementos radiactivos
intermedios podían colocarse en el sistema periódico.
Durante los años siguientes se puso de
manifiesto la teoría de que los isótopos eran realmente versiones de un único
elemento químico. Los isótopos diferían en la masa del núcleo y, por tanto,
tenían características radiactivas diferentes (puesto que éstas dependen de la
naturaleza del núcleo). Por otro lado, todos los isótopos de un cierto elemento
tienen el mismo número de electrones en la región externa del átomo y, por
tanto, tienen las mismas propiedades químicas (ya que estas dependen del número
y de la distribución de los electrones del átomo).
Para el año 1914 Soddy había demostrado,
de manera bastante concluyente, que el plomo era el último elemento estable en
el cual se convertían los elementos radiactivos intermedios. (Boltwood había
sugerido que esto podía ser así, una década antes.) Resultó que el plomo
encontrado en rocas que contenían uranio o torio no tenía el mismo peso atómico
que el encontrado en rocas no radiactivas. Esto fue claramente demostrado por
T. W. Richards. Las muestras diferentes del plomo eran químicamente iguales, lo
que demostraba el hecho de que los isótopos diferían en la masa del átomo, pero
no en las propiedades químicas.
Al cabo de cinco años se demostró la
existencia de isótopos en muchos elementos que no eran ni radiactivos ni se
habían formado por radiactividad, gracias a J. J. Thomson y más particularmente
a Aston.
Por el descubrimiento de los isótopos,
Soddy recibió el premio Nobel de Química de 1921. Dos años antes había aceptado
una cátedra en Oxford y allí permaneció hasta el año 1936 que se retiró. Su
retiro tuvo lugar a una edad relativamente temprana a causa de la aflicción que
le supuso la muerte de su mujer.
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