La educación de Tyndall fue algo
accidentada. Después de estudiar por algún tiempo, fue empleado civil y después
maquinista del ferrocarril. Sin embargo, tenía una gran tendencia hacia la
ciencia, leía ampliamente y asistía a todas las conferencias que podía,
finalmente entró en la Universidad de Marburgo en Alemania, donde estudio la
química que enseñaba Bunsen, obtuvo su título de doctor en 1851. En 1952 le
eligieron para la Royal Society.
Le nombraron profesor de filosofía
natural en la Royal Institution (Real Instituto de Londres) en 1854 y durante
una década fue colega de Faraday, a quien admiraba profundamente, y que a la
muerte de este le sucedió en el puesto.
El trabajo más importante de la vida
profesional de Tyndall estaba relacionado con la forma en que los gases
conducen el calor, pero se le conoce más por el análisis de cómo se comporta un
rayo de luz que pasa a través de una solución. Si el rayo de luz atraviesa agua
pura o una solución del tipo de sustancia que Graham llamó cristaloide, la luz
no tenía interferencias. Su paso por el agua o por la solución, examinado desde
el borde, no podía verse.
Pero si el rayo de luz pasaba a través
de una solución de un coloide, las partículas de éste eran lo bastante grandes
para dispersarlo. Alguna luz rebotaba sobre las partículas en todas las
direcciones y si se contemplaba desde el borde se hacía pronto visible. La
investigación de Tyndall sobre este fenómeno en 1869 le condujo al renombrado,
desde entonces, <Efecto Tyndall>. Una generación posterior Zsigmondy
crearía el ultramicroscopio basándose en él.
Rayleigh pudo demostrar que la luz se
dispersaba inversamente proporcional a la cuarta potencia de la longitud de
onda. En otras palabras, un rayo de luz violeta, con la mitas de longitud de
onda que un rayo de luz roja, se dispersaría unas 16 veces la cantidad con que
lo haría la luz roja.
Tyndall pudo utilizar este fenómeno
para explicar el color azul del cielo. La luz del Sol se dispersa por las
partículas de polvo (de tamaño coloidal) presentes siempre en la atmósfera. Es
esta dispersión la que hace que en la sombra se tenga la suficiente luz para
leer, por ejemplo. En un mundo como la Luna, que carece de atmósfera, las
sombras son totalmente negras. En la Tierra, la luz del Sol se dispersa al
atravesar la atmósfera, y son las ondas del azul, el final del espectro
visible, las que más se dispersan y debido a ello el cielo de día es azul.
Cuando la luz del Sol pasa a través de
una atmósfera más espesa, o más cantidad de ella (en los atardeceres),
longitudes de onda más largas se van dispersando también en mayor cantidad.
Llegando a un punto en el cual el Sol solo se ve por la luz no dispersada del
otro extremo del espectro, y se acaba viendo como anaranjado o rojo.
Tyndall demostró también que algo del
polvo atmosférico portaba microorganismos, cosa que explicaba por qué en los
caldos de cultivo se desarrollaban estas formas de vida. Fue esto lo que
despistó a tantos científicos, durante tanto tiempo, como para aceptar la
generación espontánea de determinadas formas de vida. Pasteur impediría la
infección de sus caldos de cultivo con el sencillo hecho de mantener el polvo
alejado de ellos.
Tyndall fue más famoso en su época por
popularizar la ciencia, que como científico. Fue el primero en presentar, para
destrucción popular, la teoría del calor como vibración molecular, según un
nuevo descubrimiento de Maxwell. Todo esto lo contenía su libro Heat as a Mode of Motion (El calor como
una forma de movimiento), publicado en 1863 y del cual se hicieron varias
ediciones. También popularizó la ley de Helmholtz regerente a la conservación
de la energía.
Siguieron otros libros de ciencia
popular que trataban del agua, luz y polvo del aire.
Entre 1872 y 1873 se fue a los Estados
Unidos donde estuvo impartiendo una serie de conferencias que tuvieron mucho
éxito. Donó sus ganancias, de estas conferencias, a un fondo para el beneficio
y progreso de la ciencia americana.
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